miércoles, 16 de febrero de 2011

Berlusconi en el banquillo

Este «señor» al que hemos podido ver en innumerables bacanales y fiestorros, luciendo palmito de machito machista, rodeado de mujeres a las que, era vox populi, pagaba para que tuvieran relaciones con él, ha pasado la linea de la legalidad. Al forzar, presuntamente, a la prostitución a menores de edad este tipo ha dado a conocer sus verdaderos colores. De delincuente... presunto.
Su soberbia de presidente de una nación le ha hecho creerse inmune a toda justicia terrenal, le ha hecho lucir palmito de potentado adinerado que echa la casa por la ventana en cuanto a sexo y lujuria se trata. Ha menospreciado de forma continua la imagen de las mujeres, haciéndolas pasar por meros objetos sexuales para su uso y disfrute. Y no ha sentido pudor de hacerlo de forma patente, incluso presumiendo de ello. Porque para este «señor» las mujeres estamos para eso.
Hemos asistido con estupor a todo esto y, por fin, este fin de semana pasado las mujeres italianas le han hecho una manifestación en la que le dejan claro lo que opinan de sus «salidas de tono» rancias, revenidas y machistas de putero trasnochado... ¡ay, disculpen!
Por fin se ve que la justicia terrenal toma cartas en el asunto y pone a este ser inefable en su sitio. Será juzgado por tres mujeres, por tres juezas. Y, además, una no deja de preguntarse una vez y otra... ¿quién ha votado a este tipo para que sea presidente de su país?
¿Se dan cuenta...? No he hecho referencia ni una sola vez a su labor, mejor o peor, como presidente de una nación... Eso lo dejo para un futuro mejor.
Y, por ahora, nada más.

No hay comentarios: