jueves, 21 de octubre de 2010

Nuevos ministros

Unos entran y otros salen... El gobierno se ha auto-reciclado y ha renovado gran parte de su cuerpo ministerial, eliminando, incluso, dos ministerios: el de Igualdad y el de Vivienda.
Digamos que todos me dan un poco igual; creo en la capacidad de los que entran y no dudo de la capacidad de los que salen. De todos, salvo de una...
El nombramiento de Leyre Pajín como ministra de Sanidad, después del listón que ha dejado Trinidad Jimenez, no me gusta. No me gusta esta mujer, lo siento. Su carácter enervante me puede.
"Pero bueno -dirá alguno o alguna y con razón- qué más da su carácter si luego es una buena trabajadora y es eficaz y eficiente en su labor"
Cierto, cierto...
Pero sí, dudo de una ministra que lleva una pulsera milagrosa de la salud, pulsera que ha sido denunciada por FACUA como elemento absolutamente inerte y sin ningún beneficio de los que promete. Yo creo que, cuanto menos, es chocante. Si lleva tal pulsera y da fe de sus supuestos beneficios... quizá ponga un chamán como asesor o haga a la población limpiezas de espíritu para que les baje el colesterol.
Lo siento, me parece poco serio. Que esta mujer se deje llevar por modas sin darse cuenta de que muchos al verla la pueden seguir ciegamente, me parece algo irreponsable, un guiño de niña bien.
Señora Pajín empiece con buen pie, por favor, que muchas cuestiones importantes dependen de que usted no se deje arrastrar por tontunas y así, a simple vista, no sé yo.
No me dan buenas vibraciones con esta mujer.
Ella está tan contenta, por supuesto.
Y, por ahopra, nada más.

2 comentarios:

ana dijo...

A mí tampoco me gusta. Nada. Tiene en sus manos mucho problemas y muy serios, demasiado serios para andar con guiños de niña.

Tiene en sus manos nada más y nada menos que el derecho a la salud de millones de personas. Y no es cuestión de ponerse pulseritas, no. No señor.

Señora Ministra, tiene ante sí una labor inmensa, céntrese por Dios, céntrese en la ardua labor que tiene por delante y déjess de triunfitos. A trabajar!

Lola Montalvo dijo...

ANA: es un gran consuelo saber que una profesional como tú siente lo mismo ante esta ministra.
Lo cierto y verdad es que la pulsera se la quitó cuando entendió la polémica que se había generado... un punto para ella, o para su asesor.
A ver qué hace con lo demás. Esperemos que no deje llevar por criterios tan estúpidos cuando tome decisiones de gran envergadura.
Aún así, no me gusta esta ministra, no.
Gracias, Ana. Besos miles