Sí, hoy es el Día Internacional de la erradicación de la pobreza.
Se ha hecho una marcha en Madrid para intentar llamar la atención sobre este grave tema... Sí, lo he visto en los telediarios, pero tan apagado entre las victorias futboleras de los de siempre y las ínfulas presidenciales del PP que casi ni se ha notado. Y la serie de las Señoronas-obscenamente-ricachonas y la de las-casas-que-te-cagas copan el interés general y arrasan en la parrilla televisiva.
Hemos visto estos días reportajes de niños malnutridos en Guatemala, por ejemplo, en los que los pequeños de 4 años tiene un cuerpecito de un niño de 2, con retrasos, no sólo de su crecimiento estaturo-ponderal, sino intelectuales, retrasos que quizá ya no se puedan solucionar.
Se nos ilumina la cara ante las victorias futboleras, ante las copas de motociclismo, ante la nueva peli de la Pataky. Nos alegramos porque el PP -bueno, se alegran- está cada día más cerca de la Moncloa, pero se nos olvida que hay muchas personas en este mundo que pasan hambre... un hambre total y real. Niños que comen incluso barro para poder llenar la sensación de vacío de sus estómagos. Pequeños que mueren de una simple diarrea porque su debilidad no les permite soportarla.
Y no tenemos que irnos muy lejos. Sí, en España hay mucho paro. Cierto. Hay muchas familias que lo están pasando muy mal, que no saben cómo llegar a fin de mes, familias que, incluso acaban en la calle por impago de sus hipotecas. No tenemos que irnos a países en desarrollo para saber que hay miseria. Al lado de las señoronas de la Sexta, hay mucha gente que no sabe si va a poder comer ese día.
Debemos ayudar a los que menos tienen. Da igual de dónde sean o en dónde viven. Tenemos la obligación moral de ayudar a los que se mueren por no tener lo básico. Ahora estamos en época de crisis, de vacas flacas, pero se puede ayudar a los que no tienen nada. Los ricos con mucho, los menos pudientes, con menos.
Y, por ahora, nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario