martes, 2 de noviembre de 2010

El presidente insultante

El señor Berlusconi vuelve a abrir la boca y de su ser sólo sale podredumbre. Cuando alguien le pregunta por su afición casi enfermiza -yo creo que esto se lo debería de hacer mirar- a las mujeres, afirma ni corto ni perezoso que «mejor mirar a las mujeres bonitas que ser gay»
Y en su país ¿no se indigna nadie?
¿No le hacen dimitir?
¿No le obligan a que se retracte o pida disculpas?
Y no menos importante:
¿Quién vota a este mamarracho?
Se cree tan gracioso con esa frases tan homófobas, se cree tan simpático... pero habrá quién le ría las gracias a este tipo, si no, no entiendo que siga en el poder y que siga ganando elecciones.
Ya está bien de discriminaciones por parte de los que detentan el poder.
No puedo con este «ser».
Y, por ahora, nada más.

2 comentarios:

Raúl Peñaloza de Moure dijo...

Yo tampoco entiendo quién le vota. En verdad. Conozco muchos italianos y todos le odian. Mi madre era italiana, y jamás hubiera votado por él.

¿has notado que los mismos italianos se lo preguntan?

Por lo demás, las cosas hay que cogerlas de quien viene. ¿Qué esperabas del engominado? ¿Una frase inteligente?

El Quiyo.
;-)

Lola Montalvo dijo...

La verdad indiscutible es que este ser es infumable, pero si está donde está es gracias a los votos de los italianos... o no?
En Madrid pasa igual: todos con los que hablo niegan votar a Esperanza Aguirre, pero ahí está, tan chipi.
Besos, Raúl.