martes, 21 de diciembre de 2010

Ayudemos de verdad


Estamos en tiempo de consumismo y de compras frenéticas. Hay que gastar... conseguir una cena maravillosa, una reserva en el cotillón de moda, ese juego de la Play o de la Nintendo o de la Wii de moda, ese juguete sin el que nuestro hijo no podrá sobrevivir, esa pantalla LCD gigantesca sin la que no sería lo mismo ese partido de la Champion.
Creo que debemos detenernos un instante y meditar.
Todos nos quejamos de que estamos en crisis, de que los tiempos no son buenos, de que la economía de los hogares está cada vez más magra.
Pero lo que no tienen nada, ahora está peor que nunca. Peor que siempre.
Con esta crisis, muchos de nosotros tenemos menos, cierto, pero aún tenemos para lotería, para una cena en condiciones, para una botellita de cava, para unos dulces y la uvas. Pero hay mucha, mucha gente que sencillamente NO TIENE NADA.
Hoy en El País he encontrado esta tira de Erlich tan... tan elocuente.
No nos olvidemos de los que no tienen nada.
Los ricos siguen siendo ricos y se ocupan de sus gastos estúpidos e insustanciales, fomentando ese factor, para mí vacío de contenido y absolutamente gilipollas que es el glamour... por lo menos esa es la imagen que dan en la tele, en tantos y tantos programas, y que nadie se molesta en rectificar.
Olvidémonos de ellos.
La verdadera generosidad consiste en compartir lo poco que se tenga con los que no tienen nada.
Navidad es el tiempo de la Paz, de la Amistad, del Amor, de Compartir... palabras que quedan vacías en tantas luces de colores y tanto cartel colgado de centros comerciales.
Hagamos esas palabras realidad.
Compartamos con los que no tienen nada. Con los que sufren. Con los que están solos. Con los que padecen guerras y violencia.
Pero no sólo en estas fechas tan comerciales. Siempre.
Y, por ahora, nada más.

3 comentarios:

El alegre "opinador" dijo...

No veas lo de acuerdo que estoy contigo y lo que me cargan estas fechas por el salvaje mensaje de consumo. Este desenfreno consumista sí que es un arma de destrucción masiva para muchas familias que no saben parar a tiempo...
Le decía el otro día a mi dueña y señora que me encantaría pasar las navidades en un convento perdido en cualquier pueblo de sierra... Pero creo que el resto de nuestras familias no lo entendería.
Feliz Navidad.

Susana Terrados dijo...

Es verdad Lola, si todos pusieramos un granito de arena podríamos ayudar a tanta gente. Con solo comer un langostino menos, una botella d champán, un regalo menos...¡si juntáramos todo eso!
Pero, ¿quién nos abre los ojos y el corazón cerrado a cal y canto?
Besotes.

Lola Montalvo dijo...

OPINADOR: te aseguro que el mismo deseo de desaparecer y largarse a pasar estas fechas por esos mundos me embarga a mí, pero en este caso mi querido medio limón no está por la labor.
Sobre todo me apena ese afán de conseguir cosas innecesarias cuando hay niños por ahí que juegan con trozos de madera y le dan patadas a las piedras... o, sencillamente no tienen qué comer. Gracias por visitar este espacio y por opinar. Un fuerte abrazo y felices días.

SUSANA: lo que nosotros consideramos poco, los que no tienen nada lo consideran una fortuna. Gracias Susana por seguir visitándome y por tus opiniones. Besos miles y que pases unos días estupendos.