viernes, 24 de junio de 2011

El verdadero valor de las cosas...

¿Quién decide qué vale y cuánto? El que/los que lo decide debe hacerlo muy bien, porque en cuanto se le da valor a algo todos lo aceptan sin casi críticas y se considera una especie de afrenta contra la nación el cuestionarlo... sobre todo si eso que se ha decidido que vale mucho, labora y da sus bríos por lejanas tierras extranjeras.
Yo dudo de la capacidad periodística de Sara Carbonero, por ejemplo. Pero el que sea novia de un famoso y valorado futbolista la ha colocado en la cresta de la ola... Nos anuncia jabones y lo que haga falta y nos mira con soberbia con ese rostro que resultaría anodino si no fuera por unos bonitos ojos que generan la magia de hacerla parecer bella. En el mismo saco incluyo a Penélope Cruz, a Elsa Pataky, a Leticia Ortiz, a las novias modelos de los futbolistas, la capacidad interpretativa de Bardem o la de Antonio Banderas
Ay, sí... ya lo sé: lo que motiva que escriba esto es la envidia. Vale, tengo envidia de Sara Carbonero y de todos los demás.

Dudo de la capacidad de ciertas personas que no tienen otro mérito que haber nacido en el sitio adecuado: los herederos reales -e incluyo el nuestro- nacen con las oposiciones ganadas y ése es su único mérito para estar donde están. Con respecto al nuestro, a nuestro heredero y su casa real, no pueden ser cuestionados en este país, porque si no afrentaríamos a una Constitución que tiene miles de virtudes que nadie discute, y una de ellas es que se puede modificar si el pueblo así lo tiene a bien. Es complicada su modificación, cierto, pero es factible. Nuestra madura democracia lo permite... y espero que así sea en breve. Por eso le pido al señor heredero que no cuestione la capacidad de preguntar de los ciudadanos a su presencia como heredero... es un derecho que también nos proporciona la Constitución: la libertad de expresión; eso incluye cuestionar su papel en nuestra sociedad. Le guste o no.
Dudo del valor de la cocina moderna que nos pone en el plato una foto de diseño minimalista y nos lo cobran al valor de una mansión en la Riviera. Promocionan la «marca España», es verdad; ganan premios internacionales y demás... y por eso no es adecuado criticar nada. Porque si no estaría incurriendo en una traición motivada por mi más absoluta ignorancia. Sí, soy ignorante... pero ¿por qué estos «restauradores» -o muchos de ellos- tienen un IMC que es manifiestamente patológico? ¿Comen lo que guisan y de ahí su obesidad? ¿No es algo así como una mala señal con respecto a lo que nos pasaría si pudiéramos seguir su dieta con cierta frecuencia -si nuestros bolsillos nos lo permitiera, claro-?
Sí, estoy dando mi opinión y cuestionando «cosas» que para muchos son sagradas.
Estoy criticando... ¡¡sí!!
foto obtenida de diario Qué.es

Otra cosa que cuestiono es por qué un cirujano que ha operado al rey se da tanto pábulo. Tiene el mismo mérito o menos que el que operó a mi madre en el Hospital 12 de Octubre, que le operó las dos rodillas en un año y ha conseguido que una mujer obesa anciana pueda caminar con soltura y sin muletas... ¡¡¡eso es mérito!!! De verdad, que me niego a creer que la fisiología del rey sea especial o más compleja. Su rehabilitación no tiene mérito dado que tiene a un séquito de, mínimo, 10 médicos que revisan todo de su biología... mi madre hizo la rehabilitación de sus dos rodillas completamente sola, con el apoyo incondicional de mi hermana, masajista de primera.
Creo que ciertos aspectos de nuestra sociedad están sobrevalorados y ciertos creadores de opinión quieren que todos lo miremos y lo aceptemos... sin cuestionar nada. Con admiración.
Pues yo, no.
A mí Belén Esteban no me parece nada especial... bueno sí, un buen ejemplo de lo que la cirugía estética nunca debería de hacer y la muestra de lo que me gustaría que mi hija nunca llegara a ser. Por tener un hijo con un torero, estar en la cresta de la ola... ¡triste mérito!. Ni la fiesta de los toros me parece nada que debamos conservar... también nuestros ancestros eran caníbales y celebraban ritos caníbales y un día se plantearon dejarlo. Los políticos me parecen una clase en degeneración y sin casi virtudes, el periodismo de verdad casi no existe... desean crear opinión y no siempre informar con objetividad. La Iglesia me parece que debe quedarse en el ámbito de lo privado y dejar de cuestionar aspectos de nuestra sociedad en los que ellos no tienen cabida y creo que el Estado debería dejar de darles la pasta que les aporta con cierta regularidad... haya crisis o no. Que nadie ha reducido su millonaria aportación a costa de nuestros impuestos laicos.
Uffff, sí, esto es lo que opino.
Y me dejo muchas cosas en el tintero. Muchas.
No sé qué opinan los que puedan leer esto, pero lo respeto. Espero recibir lo mismo.
Y, por ahora, nada más.

6 comentarios:

Rafa dijo...

Absolutamente de acuerdo en todo. Absolutamente en todo

Miquel Soler dijo...

Partes de un error Lola. Esta gente (Belén, Carbonero, etc.) no valen por lo que son, sino por el dinero que dan a terceros (que dicho sea de paso ganan mucho dinero porque alguien ve esos programas que todo el mundo niega ver...)En el momento que dejen de dar dinero, al saco del olvido y a por otros. Su único mérito es apañárselas para que otros sigan ganando dinero a su costa.

En cuanto a traumatismos reales... ¿Tú sabes lo difícil que es encontrar sangre azul en los bancos de sangre? Ese es el mérito de ciertos doctores...

Cocineros... si ahora que sólo nos presentan las muestras de sus platos ya son caros, verás cuando nos presenten el plato entero !!! Porque eso son muestras. no?
Besos!

tomae dijo...

Dos olés por tu mamí Lola, (uno por cada rodilla) reconozco que esa recuperación exige tesón ... y cuanto bien me haría una hermana como la tuya, aún estoy con el hombro y no estoy al 100% . Bueno al menos es el izquierdo y eso no me impide planchar... (aunque no se como funciona ese bicho!) bss!

Lola Montalvo dijo...

RAFA: me alegra saber que hay más personas que opinan como yo. Creo que se nos imponen estas ideas sobrevaloradas para que no cuestionemos nada. Una de las que más me crispa: la veneración que se le tiene a la casa real... estamento que ya no tiene sentido en un estado democrático como es el nuestro. ¡Y los cocineros!
Un abrazo y muchas gracias por leer y por dar tu parecer.

Lola Montalvo dijo...

MIQUEL: Esas personas que ganan dinero con la Esteban y con Carbonero... a esos es a los que me refiero cuando digo que nos imponen su valor... del que yo creo que carecen. Si critico a la Carbonero ¡es que le tengo envidia! Ese es el razonamiento que predomina en nuestra sociedad. Los males del rey vienen por hacer deporte y poco más... ¡pero tenemos que preocuparnos como si fuera el mal de nuestro propio padre! Y al cirujano que le ha operado -de la privada y con el logo de su empresa detrás- le debemos mirar como si fuera un dios de manos de oro... ¡¡¡por favor!!! Lo que cuento de mi madre no es una metáfora... ¡es real! Y el cirujano que le operó procura ese milagro a diario en un hospital de la SS sin pluses sin publi y sin pábulo. Hace su trabajo sin más. Ese pedorreo pelota con la casa real me crispa y me exaspera... y los que babean con esas cosas me parecen... bueno, ya lo dejo.
Y los cocineros -ellos se autodenominan restauradores-... cada día más obesos y nadie dice nada. Es como si un fabricante de crecepelo fuera calvo o un cirujano de miopía llevara culos de vaso.
Ayyy, Miquel, ya no me enrollo más...
Gracias por leer y dar tu opinión, besos miles, amigo.

Lola Montalvo dijo...

TOMAE: te diré de verdad, que mi hermana es una quiromasajista de primera... y ella ayudó a mi madre a que se recuperara e hiciera su rehabilitación de forma exitosa. ¡Ojalá pudiera ella echarte un ojillo! Peo creo que hay unos cientos de Km entre ella y tú.
Gracias por leer y por decirme que planchas... mejoras a mis ojos día a día, majo. Besos miles