miércoles, 2 de marzo de 2011

Las guerras y los que las sufren

Foto obtenida de www.20minutos.es

En nuestras casas, en nuestras televisiones, vemos a diario cómo decenas de conflictos bélicos sangran el Mundo por diversas heridas. Hace poco Egipto... casi, casi acaba en guerra y nos dejó sobrecogidos durante días, pero Libia ha derivado su difícil situación en una guerra civil. Y porque es noticia fresca, porque nos lo ponen en los telediarios, si no, ni nos habríamos enterado; este mismo mal sufren países como Congo, Afganistán, Chad, Uganda, Pakistán... y un largo etcétera hasta un total de aproximadamente 35 países sufren algún tipo de conflicto.
En el marco de estos conflictos millones de personas, entre ellos 28 millones de niños, según la Unesco, sufren de forma directa sus consecuencias: hambre, violaciones, muerte, enfermedades... falta de escolarización. Ausencia de futuro.
Como dice Gonzalo Fanjul en el magnífico blog de El Páis, 3500 Millones. Ideas irreverentes contra la pobreza, no se tratan de daños colaterales, supone un objetivo buscado, un ataque sistemático por parte de los que detentan el terror y la fuerza. Las guerras roban a estos niños no sólo su infancia y su futuro, en muchos casos les roba su vida. Y al acabar con ellos, derrumban los cimientos de un futuro que cada día se muestra más incierto... sobre todo arropado por la indiferencia de muchos.
¡Qué poderosa es la indiferencia! ¿No creen?
Les invito a seguir este blog en el que se habla con mayor conocimiento de causa de lo que aquí sólo me atrevo a esbozar. Creo que estos datos no pueden -no deben- dejar indiferentes a nadie. A nadie.
Muchos se arropan en su idea de que poco se puede hacer... algo en lo que yo no estoy en absoluto de acuerdo. Miren lo que han hecho un puñado de jóvenes en Túnez, en Egipto... o intentaron en Libia, por medio de las redes sociales. Con un ordenador.
No nos olvidemos de estas personas, de estos niños.
Y, por ahora, nada más.

4 comentarios:

La profecía del silencio dijo...

La indiferencia es la más peligrosa de las ciencias, ¿como era la famosa cita? Para que triunfe el mal basta que las gentes de bien no hagan nada.
Me paso por el blog que recomiendas Lola gracias.

Lola Montalvo dijo...

ANGEL: gracias a ti, Ángel. Besos miles

Colombine dijo...

Sin duda, permanecer indiferentes es tremendo, mientras vivimos ocupados en este presente nuestro tan acotado... desde luego qué corto es nuestro alcance.

Yo también tengo enlazado ese blog.

Saludos.

Lola Montalvo dijo...

Gracias Colombine. Tú lo has expresado con palabras certeras. Besos miles