viernes, 23 de noviembre de 2012

25 noviembre: DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO


En mi blog de Enfermería ya he escrito una entrada sobre este horripilante tema, pero enfocado desde el punto de vista sociosanitario. 
      Este es el espacio adecuado para que haga mi valoración sobre la violencia machista desde el punto de vista social y de la débil implicación que en estos meses está teniendo el gobierno de nuestro país y muchas CCAA para asistencia a las mujeres que lo sufren y proporcionar solución justa.
      Hasta el día de hoy, viernes 23 de noviembre ya son 43 las mujeres, que sólo en España, han muerto a manos de hombres que han considerado como única salida a su relación el asesinato. Detrás de este dato hay nombres, vidas, padres, madres, familias, hijos, amigos... Detrás de cada una de estas mujeres hay una historia de terror, de intimidación, de abuso, de agresiones físicas, psicológicas y/o sexuales... en el que su muerte ha sido la punta del iceberg de la que los medios se han hecho eco. Durante años vivieron su particular historia de terror sin que nadie se hiciera noticia de ello. 43 son las mujeres que han muerto..., pero imaginen las decenas, cientos o miles que sufren día a día agresiones de todo tipo sin que nadie lo sepa.

       Siempre esperamos que las instituciones sociales, de las que son responsables los gobiernos, se ocupen de proteger a sus ciudadanos, ciudadanos que pagamos nuestros impuestos y que confiamos en que sean utilizados para posibilitar una serie de servicios derivados de todos los derechos emanados de las leyes y de la Constitución. Tras muchos siglos de invisibilidad de las mujeres en la sociedad, se llegó a un punto de inflexión en el que la sociedad y los poderes públicos entendieron que la violencia contra las mujeres era una lacra específica y que debía ser reconocido como un delito, es decir tipificado como tal y que apareciera en el código penal para poder juzgarlo como tal.
      Y eso se consiguió, la violencia de género quedó, por fin, recogida en el código penal como tal. Se instituyeron juzgados específicos contra la violencia de género y unidades en la policía dedicados a ello, con protocolos específicos de actuación ante una situación tan delicada como es una mujer que ha sufrido agresiones por parte de su pareja... a la que a menudo no denuncia por amor mal entendido o, simplemente, por temor. Se crearon centros de acogida a mujeres maltratadas, programas de empleo, de reinserción social, de apoyo psico-social... La red tenía fallos, claro que sí, pero lo realmente importante es que EXISTÍA UN PROGRAMA DE ATENCIÓN A MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO. Se reconocía el problema y se planteaban soluciones, un modelo que ha sido incluso observado como paradigma para otros países. Las instituciones, con nuestros impuestos, buscaban por fin una solución a este horripilante problema.
      Esto fue un enorme logro, sin duda que sí.
       
      Hasta el "advenimiento" de los diferentes gobiernos del PP en CCAA y la llegada igualmente de este partido al gobierno central. Si durante años algunas CCAA ignoraban las medidas sociales dedicadas a las mujeres víctimas de violencia machista, al recortar o anular prestaciones públicas/subvenciones a centros de acogida o asociaciones de atención a estas mujeres, hoy la que es reformada de forma retrógrada es la JUSTICIA.
      El ministro que más chasco ha producido en la sociedad española, Gallardón, porque nos hizo creer durante años que era "progre" dentro del partido de derechas en el que milita, ha resultado ser un miembro de extrema derecha radical, al considerar que ciertos derechos sociales logrados con tanto esfuerzo como la defensa gratuita para quien no la puede pagar, el aborto o la justicia para todos son caprichos caros para las arcas presupuestarias. En esta semana nos hemos estrenado -a la fuerza, como todo lo que hace el gobierno del PP- con su nueva normativa que obliga a pagar para que la justicia pueda actuar cuando uno cree que necesita su mediación o su amparo.
       Además, no sólo eso, con la nueva reforma el término de "violencia de género" desaparece como tal; no sólo desparece, por tanto, las herramientas sociales (por inanición presupuestaria, por supuesto) para atender a las mujeres que sufren esta horrible situación sino que la justicia está debilitada para atender sus denuncias. Además, lo caro que es ahora la justicia les impide a la mayoría llevar a cabo cualquier medida legal: los abogados de oficio ya no las atienden y las tasas son prohibitivas; resultado: el maltratador y el violento agresor quedan libres, impunes sus delitos y acogotadas sus víctimas.
      Muchas gracias señor Gallardón.

      Hasta la asociación de Jueces para la Democracia ha criticado este asunto y Amnistía Internacional, en su informe: "España: cuando la justicia también golpea" ha denunciado la falta de diligencia por parte de la justicia en investigar estos delitos... que para Gallardón, para Rajoy y toda su parentela del PP (inspirada sin duda por las más rancias ramas de la derecha extrema y radical española) ya no lo son tanto. Para ellos es algo sin importancia... o eso dicen sus actos y la leyes que escriben, que hacen retorceder en la lucha activa frente a esta situación. Dejan a parte de la sociedad, las mujeres que sufren esta violencia y sus hijos, en desamparo. Es más, estas mujeres desconfían ya de la justicia... y con razón.

      Señor Gallardón: desde que su partido gobierna hemos perdido ciertos servicios básicos y derechos y otros muchos están cuestionados por su gobierno. Aborto, matrimonio homosexual -que aunque TC dice que sí es constitucional muchos en su partido siguen echando pestes de una decisión judicial que no ha actuado en base a lo que ustedes desean- o la lucha contra violencia machista, al recortar herramientas sociales y de justicia para que la mujeres puedan ser defendidas y ampardas en su problema.  
      Si tanto le preocupa la Justicia con mayúsculas y no solo su particular ideario conservador, anime a que se tipifique como delito el engaño político y el incumplimiento electoral, los embustes gubernamentales e institucionales de cargos electos, no sólo con inhabilitaciones para cargo público de por vida, sino con penas de cárcel, para que los políticos, como muchos de los que están en el seno de su partido, se lo piensen antes de aprovecharse de una mayoría absoluta lograda en las urnas de forma democrática para recortar derechos y servicios sociales que tanto esfuerzo, sudor y lágrimas ha costado conseguir. En el tiempo que ustedes llevan en el gobierno nuestro país ha retrocedido socialemente a tiempos pretéritos no democráticos, aquéllos que muchos creíamos haber dejado definitivamente atrás. Guárdese su ideario extremo derecha para su vida personal. O mejor aún, dimita; si se molestara en escuchar a los que sufren en la calle, lo haría

      Y, por ahora, nada más.

4 comentarios:

La profecía del silencio dijo...

Hay que erradicar todo tipo de violencia, ojala estos días internacionales de... sirviera para esos fines.

Nela dijo...

Todo un placer, haber llegado hasta aquí y, conocer tu blog.
Ya tienes una nueva seguidora.
Un beso
Nela

Lola Montalvo dijo...

PROFECÍA: Ángel, me vas a disculpar pero el sistema no me avisó de que tenía un comentario. Siento que hayan pasado meses...
Ayer murió otra mujer a manos de su pareja. Esto no tiene visos de acabar nunca. Eduquemos en igualdad y en el respeto, quizá con los años...
Besos miles, amigo y reitero mi petición de disculpas.

Lola Montalvo dijo...

NELA: Me alegro de verte por aquí, es agradable que alguien vea este espacio como un lugar interesante. Bienvenida!!!
Un abrazo y besos miles