Recetas para salir de la crisis

Imagen perteneciente a La Vanguardia

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, que debe ser un señor muy inteligente dado el cargo que ocupa, esta mañana nos ha regalado sus fórmulas para salir de la crisis en este nuestro país llamado España.

• Afirma que «las soluciones pasan por trabajar mucho durante mucho tiempo...» Vale, eso está perfectamente asumido, pero primero muchos españoles deberán tener trabajo y eso depende de la buena voluntad de sus socios de la patronal.
• Pide «un pacto entre las fuerzas para salir de la crisis y entona el mea culpa por no haber negociado bien los convenios...» ¡Mira se le ve voluntad, se le ve voluntad...!
• Continúa: «se podría aumentar algún tipo de impuesto o suprimir alguna deducción en momentos "excepcionales"» ¿Y a quién se refiere? Pues a los ciudadanos de a pie... los que estamos pagando la crisis YA desde hace tiempo, sin haberla generado... ¡Ya me parecía que a mí que tan buenas palabras iban escondiendo algo. Eso sí, dice que esta medida no le gusta... Leo pena entre líneas y cuando lo afirmó debió de llenársele los ojos de lágrimas, ¡seguro!
• Añade: «hay que cambiar la estructura de los servicios públicos (...) lo primero que haría sería simplificar y evaluar el sector público y dar aire a las empresas» A mí esto me suena a privatización de ciertos servicios... ¿cuales, señor Rosell? ¿Sanidad... como Aguirre en Madrid? ¿Educación y universidades? ¿Policías y bomberos...? ¿Cuales, díganos? Pero afirma que no nos pongamos nerviosos que todo se debe hacer despacito...
• Esto es lo que más me gusta: «hay que acabar con los funcionarios "prepotentes e incumplidores"...» Es cierto que nuestro sistema de administración pública y nuestros servicios con trabajadores del sector público no son perfectos. Es verdad. Hay trabajadores públicos -funcionarios, estatutarios y laborales... que pocos los diferencian lo que hace pensar que nadie sabe que no todos los trabajadores públicos son funcionarios- que tienen mucha cara y no hacen su labor y «chupan del frasco» y «viven del cuento». Cierto, y lo sé porque yo soy una de esos trabajadores públicos y estoy de acuerdo en que es un problema, una lacra, a la que se le debe dar solución. Pero este tipo de trabajadores públicos es un inmensa MINORÍA con respecto a los miles de trabajadores públicos que cumplen con su obligación y horarios, o sea, que somos una MAYORÍA los que sí cumplimos. Por eso sale la Sanidad, la Educación, la Policía funciona, el Ejército va, los bomberos cumplen con lo suyo... Pero me parece muy mal Señor Rosell que SÓLO se fije usted en el estamento de los trabajadores, como si los funcionarios fueran el origen del enorme gasto en CCAA, Ayuntamientos o en la Administración Central. Creo que hay muchos más POLÍTICOS que se aprovechan del dinero público de forma indebida... pero usted no los nombra. O empresas que contratan en negro y que no regularizan la situación de sus trabajadores ni cotizan por ellos... y usted no los nombra. O empresarios que no cobran IVA o que restan en las calidades de sus obras o que estafan a hacienda mintiendo en sus beneficios o ricos que se llevan sus fortunas al extranjero o a paraísos fiscales o que ponen sus empresas a nombres de hijos o primos con tal de no pagar de alguna forma u otra por ellos... Y usted, Señor Rosell... NO LOS NOMBRA. ¡¡¡Claro, es que nuestras administraciones públicas locales, autonómicas o nacionales tienen déficit por los funcionarios...!!!
• Y... «y con aquellas personas que se apuntan al paro "porque sí"» ¡Mira que nadie se había dado cuenta del detalle de que si el paro sube es porque hay «malas personas que se apuntan al paro porque sí»! ¿No será, señor Rosell, que gran parte de esos que se apuntan al paro es porque no tienen trabajo, porque algún empresario ha cerrado o los ha despedido o porque su negocio se ha ido al carajo y no tienen nada? Fíjate, que yo pensaba eso..., ¡será que estoy en un error!. O, quizá, muchos de los que se apuntan al paro porque sí, son trabajadores contratados por muchos de sus amiguitos empresarios que les dan trabajo y les ofrecen cuatro chavos por contratarlo en negro, sin papeles y sin darles de alta en la Seguridad social... ¿No hace referencia tampoco a eso, Señor Rosell?
• Finaliza: «la sociedad está inmersa en un proceso de "cierta complacencia"» Es verdad, Señor Rosell, después de 22 años trabajando, pagando impuestos religiosamente, controlada por el Estado gracias a mis nóminas domiciliadas y a mi NIF, cotizando a la Seguridad Social puntualmente, tengo el mal pensamiento de esperar que mis impuestos paguen una Sanidad digna, una Educación aceptable, unos servicios públicos de calidad y universales y la posibilidad de tener una pensión que me permita comer a diario cuando me jubile a los 67 años... no como usted, Señor Rosell, que vive con lo justo y no sabe cómo se va a apañar en su vejez... es así, ¿verdad? ¿Complacencia en qué? Si trabajo y pago mis impuestos y cumplo con mis obligaciones ¿no es justo que espere algo a cambio de esta sociedad a la que estoy contribuyendo a sostener?

Leerán esto personas que me digan que no tengo ni idea, que soy una ignorante, que mejor que guarde silencio... Pero es que las palabras del señor Rosell me suenan a música de conservadurismo extremo. Nos avanza, con su tono de «yo lo que quiero es lo mejor para todos», lo que nos va a tocar cuando lleguen los del PP al gobierno. Nos avisa por dónde van a ir los tiros... porque con los del PP la patronal Sí se entiende. Con ellos sí... Por eso tiene paciencia y espera a que llegue marzo... o cuando sea.

¡Que nadie se llame luego a engaño!

Esto y nada más es lo que me inspiran las palabras del señor Juan Rosell, presidente de la CEOE.

Y, por ahora, nada más.